Del verbo araƱar, de la noche,
de un suspiro cayendo en mi pecho,
de tus rizos, olas encrespadas,
de tus rizos, me voy, me voy.
Hemos perseguido los tobillos frescos
hasta la mƩdula misma del amor
al hacerlo, cayendo y alzando
la lengua, las rodillas, la boca.
Es rosa el olvido, carne
y carne que suman espĆritu.
Del verbo araƱar, de la luna
que gira y gira, reflejo en este
plato hondo de agua que vibra
sobre la mesa y refleja
el alzarse y caer de tus rizos,
el alzarse y caer de tus rizos.
Se han roto nuestras sƔbanas de espuma
y la marejada arrastra nuestro sueƱo.
Con mis manos recorro tu arena,
tu tiempo detenido hecho carne.
Se ha dormido la noche en tu espalda.
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