A José Ángel Valente





No decía ningún símbolo. Acercaba tan solo su cuerpo a la nada. Cantor de la noche. Dónde. Guía mi cuerpo a tu desierto, mis ojos a tu silencio.


No anochece. La aspiración de la palabra podrida es carne en el festín de los hombres. Cómo brillan todas las máscaras a plena luz del día. Maldita luz, maldita dulzura la tuya.

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